viernes, 10 de febrero de 2012


LOS CEFALÓPODOS



INTRODUCCIÓN

Con este nombre, que significa ‘pies en la cabeza’, se conoce a una serie de moluscos
marinos que constituyen la clase Cephalopoda y que se caracterizan por
la presencia de tentáculos alrededor de la boca. El conjunto de los animales que pertenecen a los cefalópodos, entre otros el calamar y el pulpo, se alimenta cazando
a otras especies y sufre la captura por parte del hombre.

CARACTERÍSTICAS GENERALES

Este conjunto de animales lo componen unas 650 especies de cefalópodos, una clase de la que se han encontrado fósiles del periodo Cámbrico. El nautilo conserva muchos rasgos primitivos, como una cubierta externa con cámaras llenas de aire para su flotación. Los cefalópodos huyen o se ocultan para
escaparse de sus depredadores. Para ello, cambian de color para camuflarse y algunos de ellos emiten una tinta negra para confundir a sus enemigos.





Los cefalópodos poseen células pigmentarias sobre el manto llamadas cromatóforos. Dichas células poseen pigmentos que se expanden o condensan a voluntad por medio de una contracción muscular controlada por el sistema nervioso. De esta manera pueden cambiar de color en cuestión de segundos para mimetizarse con el espacio circundante y pasar desapercibidos. También usan esta capacidad para comunicarse entre ellos por medio de su coloración y gracias a su aguda visión.



El ojo de los cefalópodos es un órgano análogo al de los vertebrados, de distinto origen evolutivo y embrionario, pero por convergencia ambos son muy parecidos. Los cefalópodos poseen el ojo más desarrollado de todos los invertebrados e incluso rivalizan con el de los vertebrados.

Tienen un cuerpo musculoso y flexible, propiedad que se intensifica en los pulpos, los cuales son capaces de esconderse en espacios 10 veces más pequeños que su cuerpo.
Poseen oído a bajas frecuencias, como los mamíferos marinos, que les permite localizar a sus depredadores más allá de su campo visual.

Segregan un líquido negruzco, la tinta, con la que enturbian el agua con objeto de ocultarse. La tinta es un pigmento que se almacena en la bolsa de la tinta situada encima del recto y puede ser expulsado a través del sifón.


NATACIÓN A REACCIÓN

Los cefalópodos como la sepia y el calamar nadan normalmente por medio de la ondulación de unas delgadas aletas que rodean su cuerpo. En cortas distancias se desplazan expulsando un chorro de agua a presión por una abertura corporal (sifón), un embudo en forma de tubo que se localiza en el pie, detrás de la cabeza. Estos invertebrados consiguen nadar a una mayor velocidad que cualquier otro y efectúan maniobras de cambio de dirección, en las que se orientan por los ojos. Los músculos que rodean la cavidad del manto favorecen una propulsión mucho más eficaz, a la que ayudan con sus aletas. El animal se estira un 10% (1) para incrementar el volumen de la cavidad del manto, donde entra el agua. Entonces el diámetro del cuerpo se reduce un 25% (2), mientras el conducto de salida se cierra. Finalmente, el agua se expulsa (3).



EVOLUCIÓN.  

Los cefalópodos se separaron del resto de los moluscos hace alrededor de 500 millones de años (Cámbrico Medio), con la aparición de los primeros moluscos capaces de llenar ciertas partes de su concha de gas para flotar. Ésta nueva capacidad natatoria, que aún hoy en día conservan algunas especies, les permitió abandonar el fondo marino al que estaban ligados los moluscos y acceder a nuevas rutas tróficas más superficiales.
Pero éstos primeros cefalópodos, de hábitat aún próximo a la costa, fueron desplazados al interior del mar por organismos más avanzados, tales como peces y reptiles marinos. Otro problema se les planteaba: su vida superficial les impedía bajar demasiado al fondo marino ya que su concha no soportaba la presión del agua. Los descendientes con conchas más pequeñas podían bajar más y tener más posibilidades alimenticias por lo que la selección natural se quedó con aquéllos con concha pequeña, llegando ésta a hacerse interna o desaparecer.


TIPOS DE CEFALOPODOS

Órdenes con especies actuales:

*SEPIIDA :
Los sepíidos (Sepiida) son un orden de moluscos cefalópodos conocidos con el nombre de sepias o chocos. Son un ejemplo de la modificación de la concha característica de la mayor parte de los cefalópodos: es sumamente reducida y queda oculta bajo la cara dorsal del cuerpo.

 * SEPIOLIDA : Los sepiólidos (Sepiolida) son un orden de cefalópodos coleoideos estrechamente relacionados con las sepias (orden Sepiida). Viven en aguas litorales superficiales, sobre todo del Océano Pacífico y Océano Índico, pero también hay especies, como Sepiola rondeleti, en el Atlántico y el Mediterráneo.

* SPIRULIDAS : Los espirúlidos (Spirulida) son un
orden de moluscos cefalópodos que incluye una sola especie actual y muchas extintas.

 * TEUTHIDAT : Los téutidos (Teuthida) son un orden de moluscos cefalópodos conocidos vulgarmente como calamares. Son animales marinos y carnívoros.


* OCTOPODA : Los octópodos (Octopoda, del griego, octó, ocho y podós, "pies") son un orden de moluscos cefalópodos conocidos comúnmente como pulpos. Carecen de concha y poseen ocho brazos. Son animales marinos y carnívoros.
 

* VAMPYROMORPHIDA: Los vampiromórfidos (Vampyromorphida) son un
orden de moluscos cefalópodos que incluye una sola especie actual, Vampyroteuthis infernalis, y numerosos taxones extinguidos.


* NAUTILIDA : Los nautílidos (Nautilida) son un orden de moluscos cefalópodos, en su mayoría extintos, que incluye al nautilos moderno, sus antecesores inmediatos y sus parientes más cercanos.




LA LEYENDA DEL KRAKEN

Los avistamientos de calamares gigantes ha dado lugar a la leyenda del Kraken, un pulpo gigante que emergía del mar y hundía barcos devorando a sus ocupantes, sin embargo, los calamares gigantes (los pulpos gigantes no existen) jamás atacarían a alguien que está fuera del agua, pues no es su medio.





Los cefalópodos son los animales más desconocidos e increíbles que existen, resulta llamativo que hasta hace relativamente poco tiempo no se conocían apenas algunas de las especies más grandes, inteligentes y fascinantes que, aunque nos sorprenda, habitan este planeta, en un lugar inexplorado, los fondos oceánicos.